Nombre de Autora: Giova Saeng
Genero: Yaoi, Angst.
Duracion: One Shot.
8, abril, 2015.
"¿Qué tan rápido late tu corazón?", una vez me preguntaste. "Depende de qué tan cerca estas de mí", quise contestarte pero no lo hice. En cambio, mi repuesta fue una muy larga y falsa. Un discurso comparando mi nerviosismo de ese momento con el de nuestros primeros momentos en el escenario. Moviendo de más mis manos y brazos, haciendo gestos que provocan en ti una sonrisa y a mi un latido más fuerte.
Y cada momento me pregunto como tú pudiste saltar esos muros de moralidad, de mi identidad, para llegar cada vez mas cerca de mí; de mis sentimientos. ¿Cómo del camino de la amistad, yo mismo te desvié por el camino equivocado, por aquel que solo una persona romanticamente especial debería caminar, acariciando las flores de mis afectos, oliendo sus suspiros callados y pisando la grama qu crece y crece de mi locura por tí? Y, ¿como es que a pesar de todos estos años no te haz dado cuenta? Y si lo haz hecho, ¿porqué nunca me haz dejado saber? Tu reclamo, tu enojo, tu disgusto, tu felicidad, tu descepción, tu halago; lo que sea.
Y porque de todo eso, ¿yo no te lo he dicho tampoco? Creo que en el fondo esa pregunta se contesta sola antes incluso de hacerla.
Ya no soy dueño de mí mismo, de lo que soy, de lo que me quieras dar ni de lo que me haz quitado sin saberlo. Enamorarme un poco más de tus toques, de tus besos en el escenario para otras personas pero sitiendolos en abundacia yo entre los gritos de los que observan, dejándome expresar en esos segundos mi pasión incontrolable que pude manifestar, de poseerte con un movimientos de mis labios en los tuyos. Enamorarme un poco más de tu indiferencia e ignorancia hacia mis afectos de amor, en mis celos sin limites, más no a mi presencia de amigo y compañero a tu lado incondicionalmente. Enamorarme de ti un poco más de la cuenta, era una mala inversión. Porque como todo en exceso, se acumula y se desborda, y en esas ocasiones el interior queda vacío y en otras puede que siga desbordandose para toda la vida, y cayendo todo en el abismo de la esperanza.
Siempre me dices en las noches, esas noches que haces que mi asignado compañero elija otra habitación y otro acompañante para tu tomarme a mí, tomar mi espacio personal, mi vida, mis sueños y mis pesadillas, mientras yacemos en la cama y me tomas de la mano cuando solo tu voz se escucha en la oscuridad contandome sobre tus problemas, tu infancia, tus viejos amores, tus amigos, tu enemigos, tu visión del futuro; y me dices que soy un gran amigo en el que puedes pensar en voz alta.
Perdóname, te pido perdón entre esta tinta negra y viejo papel, porque confias en alguien que verdaderamente no es tu amigo, y yo no te veo como uno tampoco. Porque si ese es uno de los requisitos de ser amigos, hablarme de tus pensamientos y sentimientos acallados, yo nunca he hecho lo mismo contigo, aunque pienses lo contrario. Perdóname una vez más, pero no confío en ti como para decirte lo que pasa por mi mente, no confío en cual sería tu reacción, en como será nuestras vidas apartir del momento en que te sea sincero. Y peor aún, no confío en mí mismo.
¿Cómo puedo confiar en este loco de amor que lleva viviendo mucho tiempo dentro de mí? ¿Cómo puedo presentartelo y permitir que lo conozcas, que deje que te exprese a tí sus sentimientos cuando solo quiera tomar en sus labios los tuyos? Que cuando te diga en voz alta que te ama solo quiere empujar esa frase con su lengua en lo profundo de tu garganta. Que cuando abras los ojos con sorpresa, él sólo querrá, y te hará, ver y tocar su cuerpo desnudo. ¿Cómo puedo frenar a ese loco de amor de abusar de tu piel blanca y rosada? Que cuando sientas su necesidad húmeda y dura contra tu piel, ¿cómo detenerlo a que no te haga sentirla con puro dolor desde el inicio y final de tu interior hasta llegar a tu alma? ¿Cómo convencer a ese loco de amor que no debe poseer y arremeter contra ese cuerpo que es similar al suyo propio? Que no debe amarte, a tí, quien no puedes darle hijos, que no tienes pechos y no tiene una cuna en tu vientre. ¿Como hacer que ese hombre loco de amor se asquee por el falo grande y humedo entre tus piernas cuando lo unico que quiere él es tomarlo con su propia mano y apretarlo, hacerte gritar; tomarlo con su boca y succionarte fuerte tus dudas y tragarse tu odio? Dime, si él es capaz de hacerlo.
Yo te contestaré: Yo no puedo hacerlo.
No puedo liberar a ese hombre loco de amor, porque tú eres su locura.
Tú eres mi locura más cuerda y tengo miedo de dejarlo libre y que tome completo control de mí y ya no haya vuelta atrás. Que todos vean el verdadero yo y no al que he tratado construir a lo largo de estos años. Que no valga la pena si tu destino eres tú estando apartado de mí y yo anhelandote cerca de mí.
"Haz cambiado", me comentaste de pronto hace un tiempo. "Tuve que sentarme a ver como te enamorabas de alguien más. Dime tú si tu no cambiarías después de eso", quise contestarte más no lo hice. Nunca lo hago. En cambio, te contesté que era el cansancio, el vivir mucho tiempo en otro país, aprender otro idioma, hacer una pelicula internacional, entre otras miles de cosas más. Tu asentiste y me diste ánimos. Te pregunté como te iba en tu programa y me dijiste que a pesar de que no era tu tipo, te llevabas bien con ella y eran buenos amigos, y yo sólo quise golpearte y odiarte en ese momento.
Que irónico el que piense que confías ciegamente en mí y que seas muy sincero cuando yo no lo soy contigo, y ahora sólo quiero que me digas la verdad. Que me digas lo que significa ese brillo en tus ojos cuando hablas de ella. Que me consideres, al menos en esos momentos como tu mejor amigo y me digas lo que realmente sientes por ella. Pero no me lo dices. Evades mis constantes preguntas sobre ese inseparable "viejo amigo" tuyo, mis preguntas sobre tus salidas con ella, y tus tiempos libres con aquel.
¿Porqué no me lo dices? ¿Porque te incomodas cuando trato de tocar el tema acerca de ella y de ese animal rastrero que siempre esta a tu lado y ultimamente te refugias y escondes detras de él? ¿Porqué no me dices la verdad a ver si llego a odiarte, o para mi mala suerte, amarte más?
Ha pasado poco más de un año, otro año más cargando sobre mi espalda este gran paquete de un amor unilateral, y lo peor de todo, silencioso. Poco más de un año desde que tu relación con ella acabó, frente y detrás de cámaras, y ahora será mi turno.
Es mi turno de estar frente a esas mismas cámaras, pretender amar a esa mujer, hablarle y besarle, mientras tu ves el programa frente a tu televisor y tal vez, solo tal vez lo que sientas es orgullo por mí, pero yo sólo quiero que me odies, que me reclames, que te desbordes de celos. No obstante, no lo haces, ¿cierto? ¿Cómo hacer que sientas todo eso si tu nunca supiste nada?
Ella es hermosa y elegante. Es como ver a través de mi espejo, ver mi alma gemela. Pero, ¿que eso no es algo aburrido?
He cambiado, tengo que hacer planes para mi futuro, hasta ahora tambaleante y rechazado. Tomaré, en la vida real fuera de estas cámaras, a una esposa. A una mujer que no querré introducir con mi lengua un verdadero 'te amo' en lo profundo de su garganta. Que cuando la mire a los ojos y me excite solo sea por tu imagen sonriente en mi mente. Cuando me adentre en su cuerpo y tome de sus abundantes pechos, solo quiera acariciar el tuyo, plano y duro. De tener que ser delicado con ella cuando en mi mente fantaseo con abusar y reclamarte con violencia y delicadeza, con amor y odio, con suavidad y desenfreno, a tu cuerpo varonil. Que al vaciar mi semilla en su interior sólo quiera hacerlo dentro del tuyo y que retengas mi caliente y espesa agua de manantial en tus entrañas y no crear la cuna de mis hijos como lo haría el interior de ella.
Esa mujer que vivirá y morirá a mi lado. Amándome incondicialmente. Atendiendo a los hijos que le he dado, a los nietos que estos le han dado; mientras su padre, su abuelo está escondido en su pieza escribiendo en su viejo diario sobre un viejo amor.
Y toda mi miserable vida junto a una mujer comenzará ahora frente a estas cámaras, mientras tú, que sopresivamente acabas de llegar al estudio, me miras con tus tristes ojos brillosos.
Y dime, ¿qué es lo que justo ahora te provoca tanta tristeza, Kim Heechul?
