Capítulo 2
Sentí los labios de Heechul muy cerca de mi oído y me susurro:
-¿Puedo quedarme esta noche?
Me tensé y traté de separarme de él pero él no me lo permitió.
Respire resignado.
-¿Cuando te vas?
Heechul se tardó un poco al contestar.
-El viernes.- Suspiré y por reflejo lo apreté más a mi cuerpo. Con mi acción soltó un suspiro en mi cuello y su aliento se sintió caliente, muy caliente en esa área.
-¿Puedo?
Volvió a preguntar y yo solo divagaba en que debía decir. Me preguntaba si sería mucho más difícil para nosotros esta larga despedida y también, a qué se refería con que me amaba de una manera diferente.
-Si.
Él se separó de mí y me observó a los ojos. Sus ojos eran enormes en comparación con los míos, o con los de cualquier norcoreano. Me sentí muy nervioso así que lo alejé de mi y caminé hacia mi habitación mientras escuchaba sus pasos seguirme.
Él cerró la puerta de mi habitación detrás de él y con ese sonido mi corazón retumbó. No sé porqué me sentía tan nervioso y quería evadirlo en todo momento.
¡Maldita sea, iba a ser la última vez que lo iba a ver!
Aunque aun faltaban cinco días para que eso pasara y en ellos no nos podríamos ver ya que al momento en que el gobierno se entere que desertó, irán a investigar los últimos con quienes él habló, quienes posiblemente sabían sobre su huida o lo ayudaron.
No podían sospechar ni de mi ni de mi abuelo. Si yo me iba a quedar, tenía que proteger mi puesto en el ejército para que mi abuelo y yo podamos sobrevivir.
Busqué las sábanas y almohadas para ambos y por el rabillo del ojo podía ver que él estaba tieso de pie en una esquina de la habitación. Entonces se me acercó y me ayudó a acomodar todo y preparar la cama.
No era necesario tomarnos un baño ya que nos habíamos bañado en la base militar.
Apagué la luz y en la oscuridad me desvestí solo quedándome únicamente con mis bóxers. Pensé en dejarme toda la ropa pero me golpeé mentalmente por solo pensarlo. No sé porque se sentía diferente esto.
Me sentía extraño.
Escuché en la oscuridad el ruido de su ropa al quitársela y mi corazón volvió a golpear igual de fuerte que hace unos momentos.
Tanteé con mis manos la cama y me acosté. Me pegué lo más que pude de la pared y le di la espalda mientras sentía la cama hundirse detrás de mi al él acostarse a mi lado.
Nos quedamos en silencio.
Yo sabía que él no estaba durmiendo, y yo sabía que él sabía que yo tampoco lo estaba. Hacia muchos años, desde que éramos adolescentes, que no dormíamos juntos. Y desde eso ya han pasado más de 10 años.
La habitación comenzó a ser alumbrada por la luna llena de esta noche y el brazo de Heechul se posó encima de mi hombro. Aguanté el aliento mientras sentía ese mismo brazo seguir su camino hasta llegar a mi pecho e instalarse ahí, y su cuerpo pegarse al mío. Completo.
Podía sentir sus labios pegados en mi nuca, su pecho presionado contra mi espalda, sus caderas rozando mis glúteos y sus piernas comenzando a entrelazarse con las mías.
-Respira, Donghae.
Solté de a poco el aire retenido en mis pulmones.
-¿Cuál pregunta harás primero?
-¿A qué...te refieres, Chul?
-Sé que tienes muchas dudas en esa cabecita tuya.
Negué pegado a la almohada.
-Estoy bien. No tengo nada en mente.
-Está bien sino quieres hablar, sin embargo, ¿quieres sentir?
Me tensé de nuevo y un calor invadió mi rostro.
-¿Sentir...qué?
-La manera en que te amo.
Tuve que abrir la boca para respirar mejor porque sentía que me asfixiaba. Podía escuchar el latir de mi corazón en mis oídos, y retumbaron cuando sentí los húmedos labios de Heechul besarme en la nuca.
Se separó de mi cuerpo y me dió la vuelta en la cama, se sentó a ahorcajadas encima de mis caderas y sus finas manos en mi pecho.
Sus ojos se veían anhelantes y con miedo, pareciera que me abrasaban. Sus labios se encontraban entreabiertos y no me había dado cuenta hasta ahora lo hermoso que eran sus labios y que llenos eran.
Sus inquietas manos comenzaron a acariciar la piel desnuda de mi pecho pero lo detuve.
-Chul...¿desde cuando?
-Desde que esos ojos tiernos tuyos miraron los míos, Donghae. Desde ese momento te quise para mi.-Me miró directo a los ojos.-Te amo tanto, Donghae. Siempre lo he hecho, es por eso que no me quiero ir sin ti.
-Heechul, espera. Eso...eso no es normal. Es una enfermedad.
-Eso es lo que te dicen aquí pero no es cierto. ¡Dime una cosa que haya dicho el gobierno y haya resultado ser verdad! ¡Dime, Donghae!
-Yo no puedo. Esto está mal, Chul. Yo no siento eso...por ti.
Heechul bajó su cuerpo, acercando su rostro al mío. Yo aún le sostenía sus manos pegados a mi pecho.
-Si es así, ¿porque reaccionas de esa forma cuando me acerco?
-¿C-como?- Tartamudee y alejé mis ojos de los suyos.
-Como lo estás haciendo ahora. Tienes las mejillas rosadas, tu corazón late con fuerza, tus manos tiemblan y esos hermosos ojos brillan, pero no con lágrimas sino con anhelo. Además, hay algo que está punzando en mi ingle.
Me removí asustado pero su cuerpo apretó el mío contra la cama.
Sabía que fácilmente podría derribarlo y alejarlo de mi. Yo era más fuerte que él, sin embargo, sentí que quería esto. Lo deseaba, pero... estaba mal.
Estábamos muy mal.
Sus labios rozaron mi mejilla y siguió su rastro hasta llegar a la esquina de mi boca. Dejó un beso allí y retumbó mi mente. Se movió un poco más, posó un beso en mis labios y retumbó mi corazón. Sus labios abrieron los míos y su lengua entró, y entonces, retumbó mi alma.
Nuevo capítulo...👍
ResponderEliminarDongHae tiene que dejarse amar y no pensar en que esta bien o que esta mal, si HeeChul lo ama que más da no lo volverá a ver nunca más cuando se haya ido...
Será capaz de Donghae aceptar las muestras de amor de Heechul??? No lo sé tal vez aunque creo que son muchos años los que ha vivido con esas ideas y tal vez sea cierto que Hace no lo quiera como Hee lo está pidiendo....
ResponderEliminar