Four Ever {Capítulo 3}

Capítulo 3

Siwon

Realmente esperaba que el niño no se asustara.

No era genial con los niños o chicos jóvenes.

O “traumatizados”.

Bueno, supuse que eso no era del todo cierto. Solía ​​ser bueno lidiando con “traumatizados”, pero eso había sido hace mucho tiempo. Mucho había cambiado desde entonces.

Y lo malo con los niños seguía siendo cierto. Siempre me había involucrado demasiado emocionalmente cuando los niños habían estado involucrados en un caso en el que estaba trabajando. Una vez me dieron la oportunidad de trabajar para la Unidad de Víctimas Especiales, que se ocupó específicamente de crímenes contra niños y mujeres, pero un día después de haber seguido a uno de los detectives principales de la unidad me había respondido esa pregunta en particular. Podría haber sido un buen movimiento en cuanto a la carrera, pero no había llevado más que ir al hospital para entrevistar a una niña de doce años que había sido violada por su tío para saber que no tenía el estómago para el trabajo. En su lugar, terminé aceptando un trabajo en SWAT, y fue perfecto.

Hasta que había cambiado toda mi puta vida.

Respiré profundamente mientras me apoyaba pesadamente contra la puerta de la habitación. La bandeja con el tazón de estofado y el vaso de agua comenzó a sacudirse cuando mis manos temblaron. Mi lengua ardía con la necesidad de un trago de whisky. Prácticamente podía sentir la quemadura en mis entrañas.

"Joder", murmuré para mí mismo.

Fue Bentley que empujando mi pierna me sacó del profundo abismo oscuro en el que había comenzado a caer. Mi leal y viejo labrador negro se quejó mientras se sentaba a mis pies, sus ojos marrones conmovedores me miraban con preocupación.

"Estoy bien", murmuré. "Estoy bien", repetí mientras tomaba otra bocanada de aire. Sabía que necesitaba llevar mi trasero a una reunión o, al menos, llamar a mi patrocinador, pero la presencia del chico extraño hizo imposible lo anterior. Llamaría a Delia tan pronto como terminara de ver al niño.

Estiré la bandeja lo mejor que pude y golpeé suavemente los nudillos en la puerta. No hubo respuesta, así que esperaba que eso significara que el niño todavía estaba dormido y que podía dejarle el guiso. Le prometí a Heechul que lo miraría, pero a decir verdad, no estaba exactamente contento con la responsabilidad. Heechul era el mejor con la gente. Era bueno para decir lo correcto y saber cuándo no decir nada en absoluto. Solía ser más directo y al grano ... era algo necesario en mi línea de trabajo.

Bueno, había sido necesario.

Sacudí la cabeza porque necesitaba dejar de sentir pena por mí mismo. No era como si hubiera estado en posición de seguir siendo policía de todos modos. No después de lo que había sucedido.

Más saliva llenó mi boca cuando la necesidad de una bebida me abrumó de repente.

Jesús, necesitaba controlarlo. Había estado sobrio por un año. Doce largos y putos meses. Ya no debería ser tan difícil, ¿verdad?

Bentley me empujó de nuevo, recordándome dónde estaba y qué se suponía que debía hacer. Lentamente empujé la puerta. Mi instinto de usar la puerta como un escudo mientras revisaba todas las esquinas de la habitación me pateó. Deseaba tener una pistola, pero mi Glock y la escopeta que habíamos guardado para prevenir a los coyotes para proteger a nuestros animales ya no las tenía.

Me recordé lo que Heechul había dicho sobre el niño y su comportamiento en el hospital. Y por el breve vistazo que había tenido de él cuando abrí la puerta de la habitación antes, no había parecido una gran amenaza. Especialmente porque había estado usando batas en lugar de ropa de calle. Heechul había dicho que la ropa estaba sucia, así que la había tirado a la basura cuando había llevado al niño a casa. No había habido armas ni nada que identificara entre las pertenencias del niño.

Porque en realidad no había habido pertenencias.

La habitación todavía estaba llena de oscuridad cuando entré, así que puse la bandeja sobre la mesa decorativa cerca de la puerta. Pude ver el contorno del niño. Seguía en el mismo rincón de la habitación. El hecho de que no había hecho ningún esfuerzo por encender las luces o meterse en la cama significaba que probablemente todavía estaba dormido.

Buenas noticias para mí.

Me moví silenciosamente alrededor de la cama frente al niño y encendí la pequeña lámpara de la mesita de noche. Me congelé cuando miré al niño y vi que estaba realmente despierto.

Y claramente aterrorizado.

Parecía un ciervo atrapado en los faros mientras sus grandes ojos sostenían los míos. Sus dedos estaban curvados en la larga melena de Nana. En algún momento el mini caballo se había acostado a su lado. Normalmente, Nana habría venido a saludarme, pero todo lo que hizo fue soltar un poco de relincho cuando me vio. Luego estaba frotando su pequeño hocico contra el brazo del niño.

Excepto que en realidad no era un niño.

Pude ver eso ahora.

Era joven, sí. Pero Heechul había tenido razón en que el niño, el joven, parecía estar en su adolescencia. Tenía el pelo rubio muy claro que sobresalía por todas partes y parecía un poco largo. Ángulos afilados y líneas formaban su rostro. Su piel estaba pálida, haciendo que sus labios finos, rojos y brillantes resaltaran de una manera casi pecaminosa.

Mi cuerpo reaccionó físicamente al joven llamativo y rápidamente me di la vuelta y fingí tocar la lámpara para poder bajar el regulador a un nivel más bajo.

“Hey, um, lo siento" balbuceé. "No quise despertarte".

Realmente no esperaba una respuesta, así que volví a enfocarme en obtener la bandeja. 

“Te traje algo de comer. Heechul pensó que podrías tener hambre”.

Cuando me volví y me dirigí hacia el joven, mis ojos se encontraron con los suyos. Respiraba con dificultad y se había acurrucado en la esquina hasta donde su cuerpo lo permitía. Había soltado a Nana y apretó los brazos contra su pecho. Retrocedí y volví al lado opuesto de la cama con la esperanza de que tener el gran mueble entre nosotros ayudaría a calmar sus temores. Pero cada vez que miraba en su dirección, intentaba hacerse más y más pequeño.

Joder, Heechul es el que necesita estar haciendo esta mierda.

“Entonces, eh, Heechul volverá en un rato. El hospital llamó y le pidió que entrara un momento ”.

El sonido de un gemido llamó mi atención y rápidamente miré. El niño, joder, joven, me miraba con ojos horrorizados.

"Mierda, lo siento, no por tu amigo", aclaré rápidamente al darme cuenta de lo que había hecho que el tipo se viera tan afectado. "Hubo una acumulación en la interestatal y necesitaban algunas manos adicionales". Cuando vi al joven relajarse un poquito, me apresuré a seguir. "No hay lesiones graves, pero la sala de emergencias está llena ... Estoy seguro de que Heechul verificará a su amigo tan pronto como pueda, pero que yo sepa, no ha habido ningún cambio".

El joven dejó escapar un suspiro y se recostó contra la pared.

"Sé que probablemente no tengas hambre después de todo lo que has pasado, pero trata de dar algunos bocados si puedes". Casi le dije que era demasiado flaco, pero me las arreglé para no soñar tan directo. Había un millón de preguntas que el policía en mí quería hacer, pero contuve la lengua. “Heechul vendrá a verte cuando llegue a casa, pero si necesitas algo antes de eso, avísame. Soy Siwon, por cierto ".

El no respondió.

Excepto para apartar la cabeza de mí y mirar la pared. Nana se puso de pie y comenzó a acariciar la cara del joven. Me alegré cuando al menos extendió la mano para acariciar su cuello.

Significaba que todavía estaba algo allí.

El chasquido de clavos en la madera dura me hizo mirar hacia la puerta entreabierta de la habitación. Los perros sabían que no debían entrar en la habitación después de que les había ordenado que se quedaran afuera, pero Waldo era una historia diferente.

Waldo no hizo comandos.

Nunca.

"Waldo", llamé mientras el pájaro hacía clic y entraba en la habitación. Me apresuré alrededor de la cama para interceptarlo. "Ven aquí, amigo", le dije mientras bajaba el brazo al suelo en invitación. Waldo ladeó la cabeza mientras miraba mi brazo, luego me esquivó con calma. No lo alcancé porque no quería asustarlo. Como yo era el único que podía manejar al pájaro, siempre me aseguraba de no hacer nada que lo asustara. La confianza del tucán era algo frágil y sabía que no debía arriesgarme.

Vi a Waldo acercarse al joven. Sabía que el pájaro no se acercaría demasiado ... simplemente tenía curiosidad por el extraño en su territorio. El chico, por otro lado, tenía los ojos muy abiertos mientras veía a Waldo detenerse a unos cinco pies de él.

Pero esta vez, su expresión no era sobre el miedo.

Estaba claramente fascinado por el pájaro colorido.

No es sorprendente, ya que no todos los días se veía un pájaro como Waldo caminando por una antigua granja en la zona rural de Pensilvania.

El ave y el chico se miraron el uno al otro. El pequeño y divertido enfrentamiento visual duró aproximadamente un minuto, luego Waldo pasó a lo siguiente. Se dio la vuelta y se abrió paso a través del piso, haciendo una litera amplia alrededor de la pequeña alfombra al lado de la cama, luego se detuvo expectante frente a mí. Me reí entre dientes porque su mensaje era claro.

Estaba listo para ser llevado ahora.

Me arrodillé y le ofrecí mi brazo. Waldo se tomó su tiempo para subirlo. Podía sentir los ojos del chico sobre mí todo el tiempo, pero evité mirarlo por miedo a asustarlo nuevamente. Una vez que presioné a Waldo contra mi pecho, me volví para recordarle al joven que me avisara si necesitaba algo. Nuestros ojos se conectaron y lo sentí como un puñetazo.

Él no estaba mirando a Waldo ... me estaba mirando a mí.

Y con algo más en sus ojos además del miedo esperado.

La abrumadora necesidad de huir de su presencia se evaporó de repente. El calor impregnaba mi cuerpo mientras él me miraba y yo a él. Al igual que antes, mi cuerpo reaccionó y la vergüenza me atravesó cuando mi polla se retorció en mis pantalones con anticipación. No era como si nunca me hubieran atraído otros tipos desde que conocí a Heechul, pero algo sobre esto fue ... diferente.

Joder, necesitaba salir de allí. Estaba a punto de hacer eso cuando la mano del joven se movió de repente. Hizo un movimiento circular alrededor de su boca, luego señaló a Waldo. Me quedé allí estúpidamente mientras mi cerebro trataba de alcanzar mi cuerpo muy distraído. Cuando volvió a hacer el movimiento, finalmente lo entendí.

"¿Su pico?" Yo pregunté. "¿Quieres saber qué le pasó?"

El hecho de que el chico se comunicara conmigo me llenó de una mezcla de euforia y vergüenza. Heechul había dicho que el joven no había reaccionado ni hablado con él de ninguna manera. Sin embargo, aquí estaba, haciéndome una pregunta.

Quizás no en el sentido tradicional, pero al menos era algo.

Y no debería tener "algo" con nadie más que con Heechul.

El joven asintió en respuesta.

La culpa y la ira se mezclaron cuando miré a Waldo. “El hijo de puta que lo poseía lo golpeó porque Waldo no aprendería a hablar. El gilipollas ni siquiera se molestó en investigar si los tucanes podían aprender a hablar ... lo que no podían. Rompió tanto las alas de Waldo que no podrá volar de nuevo, y casi le arrancó el pico". Todavía tenía mis ojos en Waldo cuando escuché una pequeña ráfaga de aire. Eché un vistazo al joven. Me sorprendió ver que sus ojos parecían brillar con lágrimas.

"Lo siento", dije cuando me di cuenta de que lo había asustado mucho.

Sacudió la cabeza y señaló a Waldo. Me tomó un momento darme cuenta de lo que estaba diciendo ... que no estaba molesto por mi muestra de ira, sino por Waldo. Señaló su propia nariz.

“Oh, um, lo hice con una impresora 3-D", le expliqué mientras giraba a Waldo para que pudiera ver mejor el pico del pájaro. Me atreví a dar unos pasos hacia adelante para que hubiera más luz. “Heechul me consiguió la impresora hace un par de años para mi cumpleaños. Cuando conocimos a Waldo, recordé un artículo que había visto sobre personas que usaban impresoras 3D para hacer prótesis tanto para personas como para animales ... Me preguntaba si podría funcionar para Waldo, así que comencé a jugar con él. El veterinario que se ofreció como voluntario para el grupo de rescate de animales aceptó ayudarme a diseñarlo. No pensamos que funcionaría, pero la primera vez que lo usó para comer una fruta ...”

Sentí que mi garganta se atascaba de emoción porque ese momento había sido mucho más que un pájaro recuperando un pedazo de sí mismo.

Había sido como si hubiera recuperado una parte de mí mismo.

Los ojos del joven se movieron entre Waldo y yo. Él asintió levemente y luego se recostó contra la pared. No pude entender su reacción, pero me alegré de que ya no pareciera que quería arrastrarse dentro de la pared para escapar de mí.

“Mejor voy a buscarle algo de comer para el ave", le dije. "No es exactamente paciente cuando se trata de comida". Le guiñé un ojo al joven y agregué: “Siéntete libre de usar la cama si quieres. Hay un pequeño conjunto de pasos al otro lado para Nana ".

Sonreí cuando el joven me miró sorprendido.

"Sólo una advertencia. Ella acapara las sábanas”, agregué con una mirada puntiaguda hacia Nana. Juré que en realidad vi al joven casi sonreír, pero no me atreví a concentrarme en su rostro el tiempo suficiente para confirmarlo. 

Sostuve a Waldo cerca mientras salía de la habitación. Mi estómago estaba hecho un nudo cuando cerré la puerta detrás de mí.

¿Qué demonios me estaba pasando?

La vergüenza fue abrumadora porque sabía exactamente lo que estaba sucediendo.

Simplemente no quería creerlo.

No me atraía el joven de la otra habitación. Simplemente no podía estar.

E incluso si lo fuera (lo que definitivamente no era), no importaba porque amaba a Heechul. Todo mi mundo era sobre Heechul. Siempre lo sería. Y no era como si fuera un crimen sentirse atraído por otra persona. Nunca, nunca actuaría en consecuencia. Heechul era el único al que deseaba... y siempre sería así. Simplemente sentí lástima por el joven actualmente sentado en nuestra habitación de invitados. Eso fue todo.

Lástima.

No sentí nada más que lástima.

Waldo eligió ese momento para presionar su pico contra mi pecho, justo en el lugar donde sentía que mi corazón iba a salir de mi cuerpo. Agradecí la distracción, y mientras me dirigía a la cocina, saqué mi teléfono celular e hice algo que esperaba no tener que volver a hacer.

Capítulo 4